La crisis económica que se desencadenó, luego de finalizada la primera guerra mundial y afectó a todo el planeta. Esta crisis, que se manifestó entre las dos guerras mundiales, puso en cuestión las características del sistema capitalista tal como se venía planteando hasta ese momento, tuvo su centro en los Estados Unidos y de ahí se extendió al mundo.
Luego de la Primera Guerra, los gobiernos de los diferentes países del mundo, tenían esperanzas en recuperar la prosperidad económica que habían disfrutado hasta 1914. Durante los años 1918-1919, parecía que estas expectativas se estaban cumpliendo, pero en 1920 comienza una crisis que hizo caer precios. En Alemania cayó totalmente el sistema monetario, con lo cual la moneda perdió su valor y terminó con el ahorro privado. Las empresas, entonces, debieron recurrir a los préstamos extranjeros para poder sobrevivir, circunstancia que colocó a Alemania en una gran dependencia de los créditos externos. A partir de 1924, la crisis se fue superando, y comenzó una nueva etapa de prosperidad que reanuda el crecimiento económico, a pesar que algunos precios de materias primas y alimentos básicos volvieron a bajar, y el desempleo se mantuvo alto. Estos desequilibraos llevarían a una nueva crisis, pero esta vez, más profunda.
La Primera Guerra Mundial había favorecido a los Estados Unidos de una manera espectacular, convirtiéndolo en el principal proveedor de materias primas y productos alimenticios e industriales. También era el principal acreedor del mundo, y su influencia en Europa era fundamental. La guerra había traído también un importante crecimiento industrial que se calcula en un 15%, siendo los sectores más favorecidos la industria bélica. La agricultura también se había beneficiado y las necesidades europeas de comerciar, convirtieron a la flota americana en la segunda marina mercante del mundo.
La prosperidad y el crecimiento que se inició en los primeros años de 1920, fueron mucho más profundos y estables en los Estados Unidos. En esta época se consolidaron sectores industriales nuevos como la industria eléctrica, la química y la petroquímica, la aeronáutica, la automotriz, el cine y la radiofonía.
Como consecuencia de este desarrollo industrial, el sistema energético se renovó, sobre todo a partir del incremento del consumo de petróleo y electricidad. La industria se hizo más eficiente al incorporarse el Tayiorismo y el Fordismo como nuevas modalidades de producir y organizar el trabajo y la producción en serie se impuso. También se desarrollaron nuevas actividades relacionadas con las nuevas industrias, como la construcción de carreteras, de aeropuertos, de viviendas de fin de semana, etc.
Como la competencia industrial era muy fuerte, aumentó la concentración empresarial, dando lugar a la formación de trusts.
La agricultura, por el contrario, no vivió un crecimiento similar, pues los precios agrícolas se mantuvieron por debajo de los precios industriales, generando un desequilibrio desfavorable al sector primario. Muchos campesinos vendieron sus tierras por debajo del valor real y se fueron a las ciudades. Sin embargo, la prosperidad indefinida y el optimismo se extendían por todas partes. Eran los años dorados del consumismo y de la exaltación nacionalista. Se creía alcanzada la meta de ser una sociedad opulenta. El clima se tradujo en la compra de acciones de las empresas industriales por parte de un gran número de la población, siendo la Bolsa de Valores de Nueva York el centro de la economía mundial.
A pesar de esto, no se pudo generar una demanda suficiente que pudiese sustentar la expansión industrial. Esto dio lugar a que, se comenzase a acumular stock de diversos productos, dando lugar a la caída de los precios, al desempleo y a la pérdida de la capacidad adquisitiva de la población.
Hacia fines de la década, la compra de acciones de manera desenfrenada creció en un 90%. La especulación financiera hacía ganar dinero rápido, siendo el valor de las acciones ficticios, ya que estaban por encima de su valor real. (La gente sacaba créditos en los bancos y ponía ese mismo dinero en la bolsa, a un interés mas alto de lo que pagaba).
La caída de la Bolsa de Nueva York
¿Por qué se sucede esta crisis?: A medida que la prosperidad aumentaba, los empresarios buscaron nuevas negocios para invertir sus ganancias. Prestaban dinero a Alemania y a otros países e instalaban sus industrias en el extranjero (Argentina y Brasil, entre otros). También invertían en maquinarias que permitían aumentar la producción. Desde que advirtieron que tendrían dificultades para vender tanta mercadería, comenzaron a invertir en bienes de lujo, como joyas o yates, y negocios especulativos. La compra de acciones en la bolsa se fue transformando en uno los más rentables. Muchas veces, para comprar acciones, los empresarios pedían créditos a los bancos, es un desarrollo que depende de la especulación.
En 1928, algunos síntomas hacían prever que la economía estaba en peligro: los ingresos de la población no habían subido tanto como para que el consumo siguiera creciendo.; los almacenes estaban llenos de mercaderías que no podían ser vendidas y muchas fábricas comenzaron a despedir trabajadores. En la bolsa, los precios a que se vendían las acciones no reflejaban la situación económica real de las empresas. Aunque el crecimiento de muchas de ellas se había detenido, sus acciones seguían subiendo. Cuando en octubre de 1929 la Bolsa de Nueva York quebró, la crisis fue inevitable y se extendió al sistema bancario, a la industria, el comercio y al agro estadounidenses. Sus consecuencias se sintieron también en todo el mundo y perduraron hasta la Segunda Guerra Mundial. El jueves 24 de octubre de 1929, se produjo el crash de la bolsa de Wall Street. Más de 13.000.000 de títulos que cotizaban en baja no encontraron compradores y ocasionaron la ruina de miles de inversores, muchos de los cuales, habían comprado las acciones con créditos que ya no podrían pagar.
Esto llevó a que la gente entrara en pánico, y quienes poseían dinero en cuentas bancarias corrieron a retirarlo. Los bancos no eran capaces de hacer frente a tal magnitud de reintegros, se vieron desbordados por deudas incobrables. Ante esto, se negaron a dar nuevos créditos y a refinanciar las deudas existentes, pero sin embargo, aproximadamente 600 bancos americanos quebraron, y esta cifra fue en aumento.
A partir de ese momento se inició un período de contracción económica mundial, conocido como la "Gran Depresión".
En Estados Unidos, el descenso del consumo hizo que los stocks acumulados crecieran, las inversiones se paralizaran y muchas empresas cerraron. La caída de la actividad industrial supuso una desocupación masiva, se calcula que en 1932, existían en los Estados Unidos cerca de 13 millones de desocupados.
La depresión trajo también penuria en el campo, muchos agricultores se arruinaron como consecuencia de la caída de los precios y de los mercados agrícolas. Como solución desesperada para poder pagar sus deudas, gran cantidad de trabajadores agrícolas vendieron sus tierras a precios irrisorios y se fueron a trabajar al oeste. La pobreza alcanzó no solo a campesinos y obreros, sino que se extendió a empleados, profesionales y capitalistas arruinados.
Extensión de la crisis
La caída de los precios en América afectó a las industrias de otras partes del mundo que tenían precios superiores a los estadounidenses y que al no poder competir, vieron drásticamente reducidas sus exportaciones. Al mismo tiempo, la disminución de la demanda norteamericana, (y de sus importaciones), frenó las exportaciones de muchos países, con lo que disminuyó el comercio mundial.
Los Estados Unidos repatriaron capitales que habían invertido en diferentes países. Esto tuvo una especial repercusión en Alemania, que tenía cuantiosos créditos tomados a Norteamérica, pues ese país había sido prácticamente obligado a endeudarse para hacer frente a las reparaciones de guerra estipuladas en el Tratado de Versalles, las que debían ser pagadas en efectivo. La crisis afectó también a Austria, Gran Bretaña, Francia, América Latina, el Sudeste Asiático, Australia, y muchos más, ya que salvo en la Unión Soviética, sus consecuencias repercutieron de una u otra manera en todo el planeta.