En el último año, Liliana Saumet, o simplemente Li, apenas ha estado en Bogotá durante cuatro meses. Su vida se ha convertido en una odisea musical que la ha llevado a visitar en tiempo récord países como Estados Unidos, Brasil, Bélgica, Dinamarca y Holanda. Su voz cálida, sus polémicas letras y el derroche de energía que demuestra en cada concierto hacen que esta samaria, de ascendencia árabe-francesa, no pase desapercibida para el público.
Aunque al verla cantar y bailar es inevitable pensar que nació para estar sobre un escenario, Li jamás se imaginó que iba a ser cantante. A los 19 años se fue a vivir a Barranquilla y empezó a estudiar Publicidad, carrera que terminaría en el Politécnico Grancolombiano de Bogotá. Su amor por la moda la llevó a trabajar en arte y vestuario para telenovelas, e incluso a manejar durante un tiempo su propia microempresa de ropa, zapatos, mochilas y vestidos de baño.
La primera propuesta de cantar llegó hace cuatro años, cuando se unió como vocalista a la banda Míster Gómez en Bombay. Después de varios conciertos, su voz empezó a ganar seguidores. “Hasta el momento no había visto la música con seriedad. Cantar era algo que hacía sólo para mamar gallo con mis amigos”, afirma.
Al poco tiempo, el músico y artista visual Simón Mejía la invitó a participar en Bomba Estéreo, un proyecto de sonidos colombianos con bases electrónicas que se inscribe en el pintoresco género de la cumbia sicodélica. “Empecé a cantar cumbia y mi voz fluyó naturalmente porque llevo los ritmos caribeños en la sangre. El resultado me pareció interesante y entonces decidí entregarme de lleno a la música”.
De entrada contó con el apoyo de su familia que, además, se enorgullece de tener varias generaciones de cantantes femeninas. La abuela de Li cantaba boleros en una emisora y su enorme talento la llevó a ser conocida como “La voz de oro de Aracataca”. Esta herencia musical se transmitió a sus tías, sus primas y su mamá. Por eso, a fin de cuentas, a nadie en la casa de Liliana le sorprendió que cambiara la publicidad por los micrófonos.
Li compone sus propias canciones pues desde pequeña le encanta escribir. Sus letras son pegajosas y controvertidas y en ellas expresa lo que piensa sin pelos en la lengua. Le ha cantado al erotismo, al sexo, a la rumba, al amor, a las mentiras de los políticos y a la obsesión por la belleza de algunas mujeres. Por cuenta de canciones como Niña rica y frases explosivas como “Pareces un monstruo, pareces un mito, te veo en la playa y siento que vomito”, su música ha recibido el rótulo de “electrovacilón contestatario”.
Pero a Liliana no le molesta lo que digan de sus letras, por el contrario, su preocupación es que el mensaje de sus canciones llegue a la mayor cantidad de espectadores en el mundo. Por eso no descarta la posibilidad de cantar algún día en inglés. “Mi intención no sería la de vender más discos ni conquistar otros mercados, simplemente, cuando estoy de gira, me he dado cuenta de que las personas que no hablan español se gozarían más los shows si pudieran entender lo que canto”, explica.
Cuando la comparan con leyendas de la música como Totó la Momposina, Lil’ Kim o La Mala Rodríguez, Li se siente halagada pues estas referencias demuestran que el público reconoce positivamente su trabajo. Sin embargo, considera que es más interesante cuando la gente descubre propuestas nuevas en un artista. Su principal compromiso es con la innovación. “Li es muy exigente consigo misma, siempre intenta hacer algo distinto en cada concierto pues busca reinventarse constantemente como artista”, cuenta Felipe Álvarez, mánager de Polen Record, el sello disquero de Bomba Estéreo en Colombia.
La moda es otra de las pasiones de Liliana que, en parte, ha contribuido a forjar su estilo particular como cantante. En un principio realizaba su propio vestuario con la ayuda de amigos diseñadores y artistas urbanos. “Una vez me regalaron un vestido blanco muy lindo y unos grafiteros me ayudaron a transformarlo”. Actualmente trabaja de la mano de la diseñadora María Fernanda Paillie para crear los atuendos audaces y de colores llamativos que tanto la caracterizan. “El estilo de Li al vestir es similar a su música pues es una mezcla de varias tendencias. Buscamos combinar las pintas modernas del rap y el hip hop con los vestidos clásicos que resaltan la sensualidad femenina”, afirma Paillie.
Luego de compartir escenario con bandas tan reconocidas como Calle 13, La 33 y Chocquibtown; visitar festivales tan importantes como el LAMC de Nueva York y el Roskilde en Dinamarca; y participar con s Rodríguez, Li se siente halagada pues estas referencias demuestran que el público reconoce positivamente su trabajo. Sin embargo, considera que es más interesante cuando la gente descubre propuestas nuevas en un artista. Su principal compromiso es con la innovación. “Li es muy exigente consigo misma, siempre intenta hacer algo distinto en cada concierto pues busca reinventarse constantemente como artista”, cuenta Felipe Álvarez, mánager de Polen Record, el sello disquero de Bomba Estéreo en Colombia.
La moda es otra de las pasiones de Liliana que, en parte, ha contribuido a forjar su estilo particular como cantante. En un principio realizaba su propio vestuario con la ayuda de amigos diseñadores y artistas urbanos. “Una vez me regalaron un vestido blanco muy lindo y unos grafiteros me ayudaron a transformarlo”. Actualmente trabaja de la mano de la diseñadora María Fernanda Paillie para crear los atuendos audaces y de colores llamativos que tanto la caracterizan. “El estilo de Li al vestir es similar a su música pues es una mezcla de varias tendencias. Buscamos combinar las pintas modernas del rap y el hip hop con los vestidos clásicos que resaltan la sensualidad femenina”, afirma Paillie.
Luego de compartir escenario con bandas tan reconocidas como Calle 13, La 33 y Chocquibtown; visitar festivales tan importantes como el LAMC de Nueva York y el Roskilde en Dinamarca; y participar con su canción Fuego en el esperado videojuego FIFA 10, Liliana aún no se cree el cuento de la fama. Sigue siendo la misma niña consentida que extraña el mote de queso y el sancocho de su mamá, mientras estalla con su poderosa voz los escenarios europeos.
¿A qué suena el electrovacilón?
A sudor, ajiaco, arroz con coco, a un poquito de montaña con un toque de playa.
¿Cuáles mujeres la han influenciado a la hora de cantar?
Mi mamá, la Niña Emilia, La Mala Rodríguez.
¿Cómo han determinado las redes sociales la difusión de Bomba Estéreo?
Mucho, creo que ese ha sido el gran factor para que la banda deje de ser underground y pueda ser conocida por mucha gente.
¿Cómo terminó trabajando al lado de Ricardo Montaner?
Por casualidad. Fui a Miami a trabajar con el hermano de Selena y me encontré a un hijo de Ricardo Montaner, le dije que si necesitaban una cantante y al otro día me dijo que sí. Fue muy divertido, era el cantante favorito de mi mamá. Además, es un hombre increíble, muy buena onda. Fue un regalo para mi mamá también.
Bomba Estéreo fue catalogada como la mejor banda del mundo por el canal MTV, ¿cómo recibe este reconocimiento?
Es bonito y satisfactorio que te tengan en cuenta, que un canal como MTV te dé una mención como esta. La verdad es que nunca pensé que íbamos a ganar.
¿Qué tiene Bomba Estéreo para ser la mejor?
Como banda no solamente tenemos música, sino corazón y una propuesta que es consecuente con lo que sentimos.
¿En qué momento deciden volver a las raíces?
Es algo que muchas bandas han hecho, es retomar lo que somos. Yo nací en la costa y tenía la influencia del folclor y al tiempo tenía el rap, la electrónica, el rock, son cosas que no te predispones para hacer, sino que te salen porque eso es lo que eres.
¿Qué tanto han participado los críticos musicales en el reconocimiento que tiene Bomba Estéreo?
Ha habido bastante crítica y muy buena. Hemos tenido la suerte de que nuestra música le ha gustado a la gente que hace crítica.
¿Dónde radica la fuerza de la música tradicional?
En el rito. La música tradicional viene de la raíz y la raíz es de sentimiento. La música es algo que no tiene límites, que te lleva a estados increíbles, y eso logra la música autóctona. La esencia de esta música es la espiritualidad.
¿Cuál es la mezcla que da como resultado una ‘cumbia psicodélica’?
Música y locura.
¿Cómo definiría la nueva música colombiana?
Como la nueva cara de Colombia.
¿Cuánto fuego tienen los Bomba Estéreo?
Es inagotable.
¿Y cómo lo mantienen prendido?
Procurando que el espíritu y el corazón siempre estén encendidos.
¿Le suena trabajar como solista?
Yo me veo grande en el escenario porque tengo atrás otros personajes igual de grandes metiéndosela toda para estar ahí. No me veo sin mi banda. Simón es el motor y yo soy la gasolina.
El lugar musical de Colombia.
Sin duda el Caribe.
¿Qué ha tenido la música del Caribe para opacar los ritmos de otras regiones colombianas?
El Caribe es desbordante en arte, música y en todo tipo de manifestaciones. Te dan ganas de sacar todo de ti.
¿Cuál es el límite entre la música independiente y la comercial?
Creo que la música es comercial cuando todo el mundo puede escucharte. A veces a la gente no le gusta, pero es el trabajo.
¿Hasta dónde quiere llegar con Bomba Estéreo?
Hasta donde Dios quiera que llegue.
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